Tuesday, May 18, 2010

Desde que llegue a Canadá he tenido la suerte de ver muchos animales en su estado natural y hasta en el jardín de mi casa.

He visto conejos, venados de todo tipo, águilas, cabras de montaña, búfalos, castores y un pato cuya muerte accidental aun asedia mi conciencia de miembro desertor del Club de Amigos de la Naturaleza.

Pero hasta ayer mi verdadera obsesión era encontrarme con un oso. Mi curiosidad empezó como simple paranoia de osos merodeando cuando hice camping solo y al ver, montando en bicicleta en algunos de los parques de Calgary, avisos alertando sobre la presencia de algún oso extraviado. Para completar quede impresionado por Grizzly Man, documental clásico de Herzog; esta canción de una banda llamada Grizzly Bear fue una de mis favoritas en 2009 y hasta soñé con hacer una oferta por el invencible traje antiosos de Troy Hurtubise.

Ayer se cumplió por fin mi sueño al encontrarme con Tobi, un oso negro, al pie de la carretera que lleva del campamento al proyecto en el que trabajo (unos 140km al Nororiente de Fort McMurray):

Su frescura ante la presencia de los carros es impresionante; lleva varios días merodeando la zona lo que nos hace temer que se este acostumbrando demasiado a la presencia de los humanos. En medio del panorama algo oscuro del camello que tengo ahora, verlo es un destello de buena suerte y una señal de que las cosas están por mejorar.

Sunday, May 16, 2010

Llevo casi 7 años sin tener televisor en mi casa pero creo que lo único que de verdad extraño son los hipnotizantes comerciales de televentas:

Cortesía de http://www.everythingisterrible.com/