Tuesday, March 02, 2010

Obligado a tomar un bus destartalado para ir a trabajar en un lugar remoto en España Saint-Exupery viaja rodeado de caracteres desabridos que describe así en Tierra de Hombres:

Viejo burócrata, mi compañero aquí presente, nadie nunca te obligo a huir y no eres culpable de nada. Haz construido tu paz a fuerza de tapar con cemento todas las salidas hacia la luz como lo hacen las termitas. Te has envuelto como una pelota en tu seguridad burguesa, tus rutinas, los ritos asfixiantes de tu vida provincial, has construido esa humilde fortaleza contra los vientos y las mareas y las estrellas. No quieres que te inquieten de manera alguna los grandes problemas, ya harto te ha costado olvidarte de tu condición de hombre. Tú no eres el habitante de un planeta errante, tú no te haces preguntas sin respuestas: eres un pequeño burgués de Toulouse. Nadie te ha sacudido por los hombros cuando quedaba aun tiempo. Ahora la arcilla el cual te has esculpido se ha secado y se ha endurecido y nada en ti sabría despertar al músico oculto, o al poeta o al astrónomo que te habitaron tal vez en un comienzo.

Nota: cualquier parecido con mis colegas de trabajo con los que comparto un viaje en bus desde el campamento al proyecto en Fort McMurray NO es una coincidencia.