Sunday, February 24, 2013

Citología


Yo cito, tu citas, él cita. Las mamás citan a Neruda, los abuelos a Calderón de la Barca. La moda seudointelectualista de ahora nos obliga buscar fuentes más oscuras: Pascal, Santayana.
La carrera para parecer sagaz en la que las redes sociales nos tienen enredados hoy nos está embruteciendo a todos.
Puedo leer la mente del twitero promedio: “tengo que poner algo profundo y divertido al mismo tiempo, que los haga pensar al menos, que no sea tan traqueado. Una googleada rápida y gano la batalla del día”.


Las citas nos caen en grupo ya que la originalidad no es la principal virtud del contenido en las redes sociales. Ayer era Churchill, hoy Pascal, mañana le llegara el día a otro consentido de los citólogos™ como G. B. Shaw, rey de las frases cortopunzantes.


Es la cultura de la satisfacción inmediata alimentada por el reconocimiento pasajero de la red. Twitter y Facebook son el imperio de las citas en un mundo con capacidad de atención cada vez más reducida.


Las citas tienen su lugar y su encanto, lo que me incomoda es que se han vuelto un arma más en esta fútil carrera que nos han impuesto las redes sociales para parecer más cultos e interesantes de lo que realmente somos. El abuso de las citas promueve la pereza intelectual ya que evitan tener que ir a la fuente. Nos dan el beneficio de poder parecer conocedores de autores que nunca leeremos o que despreciaríamos si los exploráramos a fondo.


Citar en exceso no es una moda pasajera. Mi tropezón con el mundo estéril de las citas fuera de contexto se dio por accidente. Viví en Londres en 1997 y caí en la trampa de uno de esos malhadados “Clubes del Libro”. Recibí los esperados primeros 2 ejemplares gratis pero por no revocar la perversa subscripción me clavaron un costoso tomo que era la biblia de las citas en su momento: Oxford Diccionary of Quotations.
Golpeados mi ego (habían vencido mi patética malicia indígena tras de los libros gratis) y mi bolsillo de estudiante varado, hojeé el libro una sola vez y lo regalé.


Hoy propongo esta regla: se prohíbe citar si no se ha leído el texto original o al menos un pasaje completo. Presiento que esta regla será tan difícil de imponer como una que se me ocurrió hace un tiempo acerca de los tatuajes: prohibido ponerse un tatuaje si no se ha asesinado a 2 o 3 personas o al menos se pagado tiempo en alguna cárcel de alta seguridad (preferiblemente en algún país del tercer mundo)


Wednesday, February 20, 2013


Estuvimos con Diana en Londres y aproveché para abusar de los efectos de una nueva Cámara Sony NEX6. Las cámaras de ahora son tan de alta calidad que no hay que hacer mucho esfuerzo para sacar imágenes decentes.

Fotos con un HDR medio


Tilt shift para novatos


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