Tuesday, October 02, 2007

Colombia del 4 al 16 de Octubre

Visitar la mama, los hermanos y las sobrinos nacidas recientemente, conocer una docena de pelados que han llegado al mundo felicitar a sus padres pues nunca había conocido niños tan queridos y despiertos, ir a empanadas de la 59 (al original abajito de la séptima) y atragantarme con el ají boyacense y 5 empanadas de carne y 1 de queso, jugar y perder en Playstation con Benjamín –sobrino-, constatar como ya no pertenezco tanto, subir a Trasmilenio y decir "me siento como en Europa" hasta cuando una niña me venga a ofrecer el esfero que la Compañía Parker de Colombia ha sacado como un homenaje a sus 100 años en el país 2 en $800 para mayor economía 3 en $1000, opinar sin saber de política local pensando en darle mi voto al que sea con tal de que no se suban los godos de nuevo, ir a rumbear con los pocos amigos que aun salen a parrandear y despertame con un guayabo maldito que solo la mezcla de Aguardiente Néctar sello azul mezclado con güisqui sello Rojo producen y sentirme ya no a la altura de la rumba inacabable, no entender los dichos de la novela de moda, ir a Charlies con Lili y pedir el campeonisimo salsa de BBQ ahumada con tocineta, quejarme del tráfico y echarle madres a los taxistas, ir a Sanandresito y constatar que me tumbaron en Montreal con los tenis Puma que acabo de comprar, hacerme a 2 CDs piratas llamados ”Merenmambotón” y ”clásicos de La Fonda”, ir a la plaza de Bolívar y saludar de manera condescendiente al man que hizo la caminata desde Nariño y suspirar pensando “no hay como la Candelaria”, ver que nada cambia y al tiempo asentir con la gente cuando dicen que las cosas van mejor.

Nota: la foto es chalequeada de Google

Wednesday, September 05, 2007

Vengo de un país pobre donde se nos ha enseñado que las cosas de afuera son siempre mejores. La Felicidad para mí siempre tuvo la forma de paisajes extranjeros que forraban las paredes de las panaderías de pueblo y ahogaban los almanaques de las ferreterías.

Esta tenía casi siempre la forma de un lago en medio de unas montañas. Se trataba siempre de un lago con un agua azul y cristalina. El color del agua en esos lagos contrastaba de manera cruel con el tono terroso de los lagos que nos habían correspondido ver a nosotros.

Alrededor del lago se veía una multitud de pinos majestuosos, pinos verdes todos iguales y organizados como en un desfile militar en bosques perfectos que contrastaban con el desorden de nuestras selvas calientes, con su aire tan pegajoso y tan llenas de bichos.

Algunas veces aparecía en la foto una casa construida de una manera que supe llamar para siempre el Estilo Suizo. Otras veces asomaban las ruinas de un castillo medieval, construido en una época que también fue mejor que la que nos tocó vivir a nosotros.

En el cielo de estas fotos paradisíacas siempre había un par de nubes blancas que parecían ser de algodón y vagaban despacio sobre el cielo impecable. El aire en estas fotos se veía tranquilo, se sentía limpio y puro y se podía casi respirar el olor de los pinos. Al fondo se apreciaban invariablemente unos portentosos picos rocosos cubiertos de nieve resplandeciente. Era la magia de la nieve que nos empeñábamos en buscar después de una granizada o raspando con un vaso las paredes del congelador de la nevera de la casa.

Allá se vive bien, lejos de las afugias que nos toca vivir todos los días solíamos decirnos al contemplar hipnotizados los parajes fastuosos. En ese mundo perfecto la lluvia no causa inundaciones el agua azul es pura y se puede tomar sin hervir y sin el repugnante sabor a cloro de las pastillas.

La imagen de esa Felicidad es tan profunda y atrayente que nos hemos empeñado en llevarla a nuestras casas en la forma de burdas acuarelas y óleos que contaminan las paredes de todas las salas en las casas de la clase media latinoamericana.

He visto los lagos perfectos, más de los que nunca soñé ver. Me he atragantado con los olores de los pinos en verano, otoño y en invierno y en estos primeros días de Septiembre temo la caída de la primera nevada que llega temprano acá a Fort McMurray donde trabajo ahora y paso la mayor parte del tiempo. Los paisajes increíbles no dejan de impresionarme pero hoy extraño el aire frío y húmedo de la abandonada finquita que tenemos con mi hermanos en Tausa y el calor picante que se comienza a sentir cuando se pasa por debajo de la Nariz del Diablo en la ruta hacia Melgar.

El amigo Alvaro Mutis habla como nadie de la magia de la tierra caliente y de la irremediable soledad de lo que se pierde al vivir lejos. Lástima no tener alguno de sus libros a la mano ahora para alimentar este ataque de nostalgia tan inesperado.

Saturday, August 18, 2007

Anoche, de manera excepcional, me tocó trabajar hasta bien entrada la noche. Al volver al campamento/hotel me encontré en el cielo con mi primera Aurora Boreal, llamadas acá "Northern Lights". Desafortunadamente las luces del hotel no dejaban ver mucho y pense en retirarme hacia un semi bosque cercano para así estar lejos de los reflejos. Ya estaba comenzando a caminar cuando me acorde del mensaje que estaba en la cartelera de entrada del campo esa mañana:

Lastima no haber traído mi gas anti-osos o mejor aun, debí haber participado en la fracasada subasta del traje anti-osos que el heroico Troy Hurtubise puso en eBay hace un par de meses para financiar sus malhadados inventos.

Troy es mi inventor favorito: después de un susto que le pego un oso en algún bosque Canadiense se ha pasado la vida diseñando un traje que le permita acercarse a los osos sin temores. Ya va en la séptima versión del traje llamado Ursus y sigue refinando el modelo.

Las imágenes de Troy recibiendo golpes y llamaradas para demostrar la fortaleza del traje son inolvidables, como lo son las demostraciones de otros de sus inventos legendarios: el rayo que permite ver a través de los muros (no sé, no me ha convencido aun de su eficacia), la pasta anti-incendio y las barreras antiexplosivos (verlo llorando al hacer la demostración en vivo es una de las escenas más conmovedoras que he visto en youtube).

Esta es la patética foto que refleja mal lo que se veía esa noche. Algun día daré el salto y me compraré un cámara digital decente:

Sunday, August 05, 2007

Que cantidad de musica buena ha salido en estos dias:

The White Stripes

Queens of the Stone Age

Interpol

Estos videos son definitivamente mas entretenidos que las andanzas del Emérito Profesor Moncayo.

Thursday, July 19, 2007

Hace unos días tuve la suerte de ver a Roger Waters en concierto en Calgary tocando The Dark Side of the Moon. Estas malas fotos no pueden transmitir lo increíble que fue la noche. Para las personas como yo poco dadas a las bienaventuranzas de la religión, un concierto de estos es lo más cercano que podemos estar de una experiencia metafísica. Como siempre la canción “Time” de me llenó de una tristeza sin nombre como diría un amigo.

Esta canción me hace pensar siempre en el descuido que me tomo con el paso del tiempo, en lo fácil que es olvidar la suerte que he tenido (insertar mensaje motivacional aquí) y la asocio siempre con la muerte del Juan David Martínez. Juan David fue una de la personas más inteligentes que he conocido y me dejó para siempre el ejemplo de su bonhomía y su erudición tranquila.

Me ufano de haberle mamado gallo al las huellas visibles del paso del tiempo pero ahora presiento que me van a caer todas al mismo tiempo. Un día me voy a despertar con menos pelo, dolores de espalda insospechados y arrugas en las esquinas de los ojos. El tiempo, al que le he sabido tender muchas trampas, me va a atacar a traición dejando mostrar todas sus cicatrices de una sola vez.

Me encontré este video del mismo concierto filmado en Bogotá, es el mejor de entre los miles de fragmentos que piratas novatos ponen en youtube. Juan V. este concierto lo deberíamos haber visto juntos

Nota: es factible que los 2 fondoblancos de Absinthe Pernod pura que me empaqué antes de salir de la casa hayan contribuido al encanto de la noche. Haciendo una investigación posterior descubrí que en la elaboración moderna de Absinthe se ha disminuido de manera drástica el porcentaje de wormwood que le era lo que le daba sus poderes mágicos. Esto me hace pensar que el cerdo volador que vi no fue entonces una alucinación:

And you run and you run to catch up with the sun, but it’s sinking

And racing around to come up behind you again

The sun is the same in the relative way, but you’re older

Shorter of breath and one day closer to death

Friday, July 06, 2007

Los sentimientos de culpa por trabajar en este medio no son desdeñables, pero no son nada que unas contribuciones decentes a causas tan bacanas como las de kiva.org no puedan ahogar. De todas maneras los gobiernos y por ende las compañías petroleras parecen estar moviéndose en la dirección correcta. Entre el pánico que a los medios les encanta difundir la voz de Mike Hule es refrescante:

Fear and terror

The language of catastrophe is not the language of science. It will not be visible in next year's global assessment from the world authority of the Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC).

To state that climate change will be "catastrophic" hides a cascade of value-laden assumptions which do not emerge from empirical or theoretical science.

Is any amount of climate change catastrophic? Catastrophic for whom, for where, and by when? What index is being used to measure the catastrophe?

The language of fear and terror operates as an ever-weakening vehicle for effective communication or inducement for behavioural change.

The language of politicians can be as strong as that of campaigners This has been seen in other areas of public health risk. Empirical work in relation to climate change communication and public perception shows that it operates here too.

Framing climate change as an issue which evokes fear and personal stress becomes a self-fulfilling prophecy. By "sexing it up" we exacerbate, through psychological amplifiers, the very risks we are trying to ward off.

The careless (or conspiratorial?) translation of concern about Saddam Hussein's putative military threat into the case for WMD has had major geopolitical repercussions.

We need to make sure the agents and agencies in our society which would seek to amplify climate change risks do not lead us down a similar counter-productive pathway. The IPCC scenarios of future climate change - warming somewhere between 1.4 and 5.8 Celsius by 2100 - are significant enough without invoking catastrophe and chaos as unguided weapons with which forlornly to threaten society into behavioural change.

I believe climate change is real, must be faced and action taken. But the discourse of catastrophe is in danger of tipping society onto a negative, depressive and reactionary trajectory.

Mike Hulme is Professor of Environmental Sciences at the University of East Anglia, and Director of the Tyndall Centre for Climate Change Research

Amén

Saturday, June 23, 2007

Este tipo, Russell Peter, es un campeón, las voz de las "minorías visibles" de Norteamérica como nos llaman a los no blancos.

Wednesday, May 30, 2007

Pesca Milagrosa

La imagen es imborrable: un tipo con los pantalones arremangados, metido entre el lago y con el agua hasta las rodillas. Sostiene entre sus manos una bolsa plástica de CAFAM llena de agua y sonríe extasiado ante la cámara. El botín: una camada de pescados ornamentales que habían sido liberados un día antes en el lago. La fecha: el 15 de diciembre de 1.991 , día de la inauguración del Parque Simón Bolívar de Bogotá. En esa ocasión los bien intencionados funcionarios del Parque menospreciaron por completo uno de los rasgos fundamentales de nuestra raza.

No quiero hablar del caos total ocurrido al abrirse las puertas del Parque ese día, ni del robo masivo de árboles sembrados hacía un par de meses, quiero mencionar el saqueo de los pescados del lago pues he descubierto que éste define uno de los axiomas de la Colombianidad: nos robamos todos los animales que anden libres.

Basta con ir a una de nuestras tradicionales plazas de mercado para ver micos amarrados, ardillas maltrechas entre jaulas diminutas, loros y pericos de todo tipo en venta.

¿Como explicar que en el jardín de mi casa en Bogotá tuvimos alguna vez un venado proveniente de los Llanos? Culebras, iguanas desnutridas, osos de anteojos, guacamayas todo lo que se mueva, respire y ande suelto es presa válida para nosotros. El proceso mental es el siguiente: vemos un animal salvaje libre en su medio natural, es gracioso, es gratis, nadie me está viendo, de pronto le puedo sacar un billetico. ¿Porque no llevármelo para la casa?

Su característica fundamental es que son Gratis, ¿Cómo despreciarlos? Es como decirle no a las modelos tetonas que ofrecen muestras de comida en los supermercados. Mi DNA me impide rechazarlas. Así haya recién acabado de almorzar, así este con malestar de estómago recibiré las muestras de vino Sansón y galletas Saltinas con atún rancio y mayonesa con la certeza de haber derrotado al sistema por unos instantes.

Recuerdo que al ver en El Tiempo la foto legendaria del afortunado pescador del Parque lo primero que pensé fue: no joda, ¿Cómo no se me ocurrió primero a mí?

A ese conejo que vi ayer en el jardín, a las ardillas negras y envejecidas que rondan el frente de mi casa y que una vecina alimenta todos los verracos días en contra del reglamento, al pato que se disputa con las ardillas los pedazos de pan o el maní les advierto: no se me acerquen de a mucho, mis reflejos están vivos y algún día, si no se cuidan, terminarán metidos entre una bolsa (de CAFAM si es posible) y con un tiquete de una dirección hacia Colombia.

Thursday, May 24, 2007

"Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito (1)) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la Tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa."

(1) El original dice catorce, pero sobran motivos para inferir que en boca de Asterión, ese adjetivo numeral vale por infinitos.

Cualquier excusa es buena para citar uno de los mejores cuentos de Borges

Lo único que tengo en común con la casa de Asterión es que por ahora no tengo muebles, sólo un proyector apoyado en un par de cajas, un colchón inflable y un tapete Afgano que segun la convincente vendedora tiene más de 40 años y no poco sudor y lágrimas tras de sí.

Después de mi peregrinación por hostales y hospedajes varios tuve la suerte de encontrar un apartamento en esta casa en donde ahora vivo. Es una de las 3 casas de conservación que aun quedan en el centro de esta ciudad (Calgary) que idolatra el progreso. Lástima no poder estar más tiempo ahí por ahora ya que paso 20 días al mes en el Norte.

Saturday, May 19, 2007

Entre las vicisitudes que todo inmigrante tiene que pasar en un comienzo está la de buscar apartamento en arriendo sin tener mucho conocimiento ni referencias en la nueva ciudad. Hace un par de meses debido a mi nuevo trabajo y mientras esperaba la entrega del sitio en el que vivo ahora cuando vengo a Calgary debí hospedarme en una especie de inquilinato especializado en visitantes asiáticos. Antes de llegar allí visité varios “Bed & Breakfast”, hasta que di con la casa de Frank Ma. El señor Ma, de rancio abolengo Chino es casi la única persona en Calgary que arrienda cuartos por día. $25CAD por noche, en estos tiempos de boom son una verdadera ganga y de ñapa lo recibe a uno sin ningún tipo de referencia. Al entrar al cuarto me encuentro con un amasijo de colchones y una generosa donación de 1 (uno) rollo de papel higiénico doble hoja que según las cuentas del prodigo señor Ma deberá cubrir mis necesidades por esa semana. La decoración entera de la casa es un homenaje al vinilo, al plástico y a la fórmica.
En la primera noche al volver a la casa me doy cuenta que Frank nunca me entrego la llave de la entrada principal. Golpeo la puerta, timbro con algo de desesperación pero mis compañeros de casa tienen una instrucción severa de no abrir nunca la puerta (y no contestar el teléfono, asumo que por temor a las inexistentes redadas de la policía de inmigración). Los oigo murmurar en la cocina, siento sus pasos y su determinación de no abrir de ninguna manera. Llamo a Frank quien me tranquiliza diciendo que en algunos minutos llegará otro huésped quien me dejará entrar. En fin, no me puedo quejar, al menos ya ha dejado de nevar.